Os pensabais que había desaparecido? Vuelvo a la carga, la verdad es que llevo unas semanas de inactividad por falta de materia prima, pero hoy por fin puedo volver a escribir una reseña en un restaurante que tenía muchas ganas de probar hace ya algunos meses.
Se trata de la Taberna el Papagayo y que una vez más y al igual que en el restaurante Moralepa, visité en un encuentro con las amigas de la universidad, una excusa perfecta para estos encuentros gastronómicos.
Dónde está el Restaurante Taberna el Papagayo de Zaragoza
El Restaurante Taberna el Papagayo de Zaragoza se localiza en el centro histórico de Zaragoza, en una bocacalle muy estrecha de calle don Jaime casi a la altura de la Plaza del Pilar y justo enfrente del popular bar conocido como “el de las berenjenas”
Calle R.Jordán de Urriés, 4
50001 Zaragoza
Tel. 686 12 58 48
La ubicación, a pesar de ser una calle muy secundaria un poco difícil de encontrar es muy buena porque está en pleno centro, por lo que le viene bien a cualquiera quedar allí. Desde la misma calle Don Jaime se puede ver el cartel del restaurante, por lo que encontrarlo no es muy difícil.
Para llegar tenéis bastantes opciones, tranvía hasta las murallas o plaza España y varias líneas de bus que paren en Plaza del Pilar, Echegaray o incluso Plaza España. Casi desde cualquier punto de Zaragoza hay una línea de autobús que te deja cerca de este restaurante.
Si vienes en coche, la única opción de aparcar es el parking de la plaza del Pilar, poder aparcar el coche por allí sin pagar es casi imposible, a no ser que cruces al otro lado del río.
Instalaciones del Restaurante Taberna el Papagayo de Zaragoza
Quizás sea uno de los principales handicaps de la taberna el Papagayo, sus instalaciones, y no por malas sino porque es un restaurante muy pequeño, aunque bien es cierto que está bien aprovechado.
Nada más entrar está la zona de barra en la que en taburete alto es posible cenar en barra. Al final de la barra al fondo se encuentra el salón, un salón pequeño en el que cabrán unas 30 personas como mucho.
Justo en este salón se encuentran los baños, también pequeños pero muy bien aseados.
Volviendo al salón, por sus dimensiones como es obvio tienen 2 turnos de cena, a las 21 horas y a las 22.30, yo os recomiendo elegir el segundo turno, no se puede decir que sean lentos sirviendo, pero en una hora y media tendréis que cenar a matacaballo.
Si vais dos a lo mejor con una hora y media sobra, pero nosotros que éramos 8, la verdad es que hubiéramos cenado a disgusto.
Carta del Restaurante Taberna el Papagayo de Zaragoza
El menú del restaurante Papagayo de Zaragoza la verdad es que está bastante bien. Cierto es que puede parece escaso, con pocas opciones para elegir, pero muy ricas todas.He de confesar que esperaba otro tipo de menú más centrado en raciones, pero está más centrado en bocadillos, unos bocadillos bastante originales y bastante buenos. Tienen 7 opciones diferentes, puede parecer poca variedad pero mejor así, es preferible una carta con pocas opciones pero buenas todas que cartas interminables en las que no sabes ni qué pedir. Hay que ponerlo fácil al cliente.
Nosotros pedimos 2 entrantes a compartir para cada 4, un bocadillo por persona y 2 postres a compartir para cada 4, demasiada comida para mi gusto, quizás con un entrante, el bocadillo y un postre hubiera bastado, y eso que yo elegí el bocadillo perrigamba que es más pequeño, con un kebab no sé si hubiera podido.
Si no os gusta el picante, a pesar de que te digan que no tiene picante, todos los bocadillos en mayor o menor medida pican, es un picor bastante soportable, pero si no sois de picante, no sé si os gustará.
El pulpo es de obligatoria degustación, es lo que más me gustó, un pulpo a la brasa con base de puré de patata, estaba exquisito. Después pedimos también unos huevos rotos con setas y foie que para mi gusto sabían demasiado a setas pero no estaban mal y el bocadillo, yo os recomiendo el perrigamba, pero si sois más comedores, la hamburguesa era genial. El kebab la verdad es que no me convenció mucho.
Y en postres tienen 2, la verdad que entre que yo soy poco dulce y que son caretes ambos postres, pues que quieres que os diga, que igual es mejor cruzar la calle y comerte un helado de la heladería italiana de la calle Don Jaime, vamos que yo no pediría postre, os subirá la cuenta inecesariamente.
Y por último hablar de los vinos, tienen una carta bastante amplia a precios medios altos, pero tened cuidado si vais muchos a la hora de pedir el vino y aseguraros que tengan más de 1 botella del vino que queréis, no vaya a ser que pidáis otra. Nosotros pedimos una segunda botella del mismo vino y ya no tenían, nos trajeron otra diferente, que he de decir que incluso estaba mejor que la que elegimos.
Precio del Restaurante Taberna el Papagayo de Zaragoza
Y no podemos olvidar uno de los principales puntos para la elección del restaurante, el precio.
Si soy sincero, cuando trajeron la cuenta me pareció un sitio caro, salimos a 25€ por persona, que no está mal, pero no deja de ser un restaurante en el que cenamos bocadillos.
Después, analizando todo lo que habíamos pedido, 4 entrantes, 4 postres, 8 bocadillos, 2 botellas de vino, 3 botellas de agua y 2 cervezas, pues pagar menos 190€ para 8 tampoco me parece excesivo, es decir, que sin evitáis el postre que en nuestro caso sobraba y alguna ración menos, pues cenaréis por bastante menos de 20€.
A pesar de ello, tampoco es un sitio para ir todos los días, es curioso y los bocadillos son buenos y diferentes, y el resto de platos de calidad y sabrosos, pero no deja de ser un restaurante de bocadillos en el que se cena por 20€.
En resumen, un pelín caro
Servicio del Restaurante Taberna el Papagayo de Zaragoza
Y ahora llega cuando la matan… toca hablar del servicio, el punto que más negativo tienen.
El personal es joven y se nota, no tienen mucha mano izquierda. Lo cierto es que no tuvimos una entrada muy apoteosica…
Reservé unos días antes y la verdad es que el chico me atendió genial y me explicó que nos iba a poner en una mesa en la que como mucho caben 8, la reserva era para 7 pero me insistió en que si se apuntaba 1 más bien, pero que 2 ya no cabíamos.
¿Y qué paso? Pues que se apuntó una persona más. Como el chico me dijo que hasta 8 cabíamos, no avisé, quizás error mío, lo reconozco, pero eso no quita para la entrada que tuvimos.
Nada más llegar, entramos y nos viene un chico mascando chicle y le decimos que teníamos una reserva y le explico que era de 7 pero que seremos 8, y su contestación fu “estas cosas se avisan antes” a lo que yo le contesto, “me dijo tu compañero que hasta 8 cabíamos, más no, pero 8 sí, y por eso no avisé, además que me dijo que me llamaría un rato antes para reconfirmar cuantos éramos”. Y la historia quedó así.
Entramos y como es lógico la mesa estaba preparada para 7 pero pronto la prepararon con 1 cubierto más, eso sí, tuvieron que ir a buscar una silla no sé dónde. Finalmete cenamos los 8.
Después nos tomó nota de la bebida un camarero, de la comida otro y la cuenta la trajo otro, no se puede decir que no fueran educados pero tampoco me quedó una sensación buena del servicio, puede que por tener mucho trabajo o por inexperiencia de la edad, pero me quedó mala sensación.
Otra anécdota del servicio fue con el cambio del vino, al cambiar de botella de vino, le pedí cambio de copa y al camarero no le gustó mucho la idea, bien es cierto que me trajo otra copa, pero, tuve que argumentarle que no quería mezclar vinos; que tampoco necesitaba otra copa, que si no quería traerla me la lavaba con un poco de agua y arreando. Finalmente, creo que se dio cuenta que no tenía mucho sentido el no traerme otra copa y me la trajo.
En definitiva, nivel de comida bien o muy bien, servicio e instalaciones regular, precio normal pero sensación global de decepción, no puedo decir que mal y que no vayáis, aunque sí que es verdad que esperaba más de ese sitio, quizás por la expectativa que tenía.
A pesar de todo ello, os invito a probarlo, os gustará seguro, es un lugar diferente.