Hoy os voy a contar una experiencia muy ropera, ya hace casi dos meses que la disfruté pero todavía no había tenido tiempo de contarla así que hoy que estoy tranquilito por el pueblo, he sacado un ratillo para contarla, se trata del restaurante Acicate en Plaza San Francisco, que abrió hace medio año aproximadamente.
Dónde está el Restaurante Acicate de Zaragoza
Justo al lado de la Plaza San Francisco se ubica este restaurante de Zaragoza por la zona de la Universidad, una ubicación no muy céntrica pero en un enclave de “quedadas” para cenar. Para los que frecuentéis esta zona, es el local del antiguo restaurante Baobab, que hace algunos meses cambió de ubicación.
C/ Arzobispo Apaolaza nº2 local izda,
50009 Zaragoza
Tel. 876 28 44 59
La ubicación es muy juvenil al estar al lado de la universidad pero poco tiene que ver con un restaurante universitario, dentro de que el ambiente es joven y majo, la calidad del mismo es bastantante superior a la de los restaurantes o bares de la zona universitaria.
Si vas en coche puedes dejarlo en el parking de la propia plaza San Francisco, el restaurante se encuentra a medio minuto caminando de la salida del parking, no obstante puedes probar aparcar por la zona baja de la universidad que hay bastantes sitios.
De cualquier modo, la recomendación es ir en transporte público para poder echarte algún vinillo, el tranvía para a 2 minutos caminando del restaurante y las líneas 24 y 42 no te dejan lejos.
Instalaciones del Restaurante Acicate de Zaragoza
Este restaurante de la Universidad cuenta con 2 zonas, una más informal a la entrada y el comedor al fondo.
Nada más entrar al restaurante está la zona de tapeo con mesas altas en las que también podéis cenar, son bastante cómodas la verdad. Justo enfrente de las mesas está la barra y a continuación el baño, que es un baño curioso que merece un párrafo de explicación.
Entre la zona de tapas y el comedor se encuentran los baños, 2 puertas preciosísimas en las que me paré unos 3 minutos a analizar cuál era la mía y me sentí incapaz de adivinarlo, tuve que preguntar y fue un momento de risas retenidas bastante cómico, pero eso sí, meé muy a gusto.
Al fondo está el comedor con las mesas, no es excesivamente grande pero caben bastantes personas, si tienes una celebración no muy numerosa, puedes ir allí, es bastante acogedor el sitio.
Menús del Restaurante Acicate de Zaragoza
De este punto puedo explayarme todo lo que quiera, pero como no quiero aburrir seré breve y pasaré a contar los platos favoritos. Y cuento que puedo explayarme porque tal y como nos dijo una camarera, habíamos sido los primeros en pedir toda la carta… íbamos con 2 putos vigoréxicos que tenían mucho hambre y no paramos de pedir platos.
Mi recomendación estrella son las berenjenas aunque con los que iba lo que más les gustó fue las croquetas de pesto, la verdad es que originales lo son, pero no es una explosión de sabor en la boca.
También me gustó mucho la brocheta de lagarto ibérico, además es un plato bastante grande, si vais dos solos, con esto y con una ensalada creo que vais servidos.
La verdad es que toda la carta estaba buenísima, no tienen una variedad enorme pero yo lo agradezco, es preferible una carta pequeña con cosas ricas y originales a una carta enorme que es más de lo mismo.
En cuanto a los postres, yo no soy muy de postre pero pedimos los 4 y la rumba total es lo más, además del nombre que fue lo que nos animó a pedirlo, el plato en sí está muy bueno.
Precio del Restaurante Acicate de Zaragoza
Y habiendo probado toda la carta, pensaréis que nos dejamos un riñón en el restaurante, pues no, no fue así.
Creo que al final salimos a un plato y medio por cabeza más medio postre por cabeza, vino por doquier, cerveza y agua y pagamos 25€ por cabeza, tal y como habíamos comido, como auténticos cerdos, nos pareció poquísimo, supongo que una cena normal estará entre 15 y 20€, muy asequible.
Servicio del Restaurante Acicate de Zaragoza
Y terminamos con otro punto fuerte del restaurante, el servicio. Ya cuando llamé para reservar me dio buena sensación pero al estar allí mejoró todo.
Reservé la primera vez en Navidad y es obvio que todo estaba petado y este restaurante el comedor estaba lleno pero me sugirió cenar en mesa alta, me explicó al dedillo todo y la verdad es que cenamos muy a gusto.
Al llegar los camareros muy majos, el dueño un poco más seco pero creo que por tímido o quizás por presión, la camarera chica muy cachonda, que entraba al trapo a todas las bromas que hacíamos y el chico muy predispuesto y muy atento a que no nos faltara de nada.
Yo es que casi con el servicio me ganan en los restaurantes pero el mix de todo, hacen que probablemente sea mi restaurante favorito de la zona, y sería de la ciudad si estuviera ubicado más por el casco histórico, la zona de San Francisco no es que me tire mucho para cenar.
En resumen, un sitio al que se puede ir tanto entre semana como en fin de semana
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