Con un pelín de retraso, concretamente 1 semana de retraso, hoy os vengo a contar una de mis mejores experiencias gastronómicas de los últimos meses en Zaragoza, se trata del restaurante Designio.
Es un restaurante que lleva apenas 6 meses abierto y que descubrí por casualidad y decidí reservar para celebrar el cumpleaños de mi amiga Soraya. Ana y Soraya me dejaron a mí la responsabilidad de elegir restaurante y la verdad es que nos quedamos muy satisfechos.
Dónde está el Restaurante Designio de Zaragoza
La ubicación del restaurante es ideal, en pleno centro de Zaragoza, en la Plaza Sas justo enfrente de la chocolatería Valor, una ubicación céntrica a la par que maldita, pues el local en el que se ubica el restaurante Designio cambia a una frecuencia bianual de gestión… esperamos que esta vez este restaurante de Zaragoza aguante más de los 2 años de rigor 😛
Plaza Sas Santiago, 6
50003 Zaragoza – SPAIN
Tel. 876 24 48 65
La ubicación no puede ser mejor, en una plaza tranquila con posibilidad de cenar en terraza, en pleno centro de Zaragoza a un paso de la Plaza del Pilar.
A este restaurante cerca de la calle Alfonso de Zaragoza, se puede llegar en autobús o tranvía dejando ambos transportes en Plaza España así como en coche pudiendo aparcar en el parking público de la Plaza del Pilar que está a escasa distancia pues a 5 minutos a pie se llega a la plaza del Pilar.
Localizado al final del tubo de Zaragoza, este restaurante es una opción ideal si quieres comer sentado con tranquilidad en lugar de ir de tapas por el tubo.
Instalaciones del Restaurante Designio de Zaragoza
Las instalaciones de este restaurante de diseño de Zaragoza son acordes a su nombre, la amplitud del restaurante no es muy amplia pero al poseer terraza en la plaza Sas las
posibilidades aumentan.
Posee un único salón en el que se encuentra la barra y a lo largo de la barra en el extremo opuesto se disponen las mesas. Al no disponer de salón independiente, las comidas o cenas de grupo se hacen complicadas.
No recomendaría este restaurante de Zaragoza para grupos grandes, si os juntáis más de 10 o 12 probablemente estéis incómodos, aunque supongo que podrán colocar las mesas a lo largo de la barra.
En cuanto a la terraza, es posible cenar dentro o en terraza, aunque recomendamos cenar dentro, a parte de por la decoración, por la confortabilidad. Cito textualmente las palabras de mi amiga Ana “sobre todo Jose, en tu opinión escribe que las sillas son muy cómodas” Y nada más lejos de la realidad, dan ganas de echarte la siesta en esas sillas. A simple vista parecen incómodas pero son geniales.
A final de restaurante se localizan los baños, muy bien decorados y muy limpios, dan ganas de cenar dentro, la verdad es que dónde esté un restaurante con baños limpios…
Menú del Restaurante Designio de Zaragoza
Este restaurante de Zaragoza posee menú del día y carta, nosotros fuimos a cenar por lo que elegimos la opción de carta, pero deben de tener unos menús del día bastante buenos, creo que tienen menú completo por 18€ y medio menú por 12€. Para comidas de trabajo es recomendable.
En cuanto a la carta, en la línea de los nuevos restaurantes de Zaragoza, la carta del Designio de Zaragoza no es muy amplia, una treintena de platos bastante variados y para todos los gustos.
Ensaladas, pastas y arroces, pescados, entrantes y postres son los platos que podéis encontrar en el restaurante Designio.
Yo había leído por ahí antes de ir sobre la cantidad, había bastantes críticas de que los platos eran poco generosos y decidimos elegir 4 platos para 3 personas. No somos muy comedores ninguno de los 3 pero la verdad es que no pudimos comer postre ni terminarnos todo.
Pedimos una parrillada de verduras, un risotto de rabo de toro, un pulpo y unas patatas y la verdad es que el último plato que lo pedimos en plan para no quedarnos con hambre, sobraba.
En cuanto a la carta de vino, tienen bastantes opciones para todos los gustos y precios, blancos, tintos y rosados de las principales DO de España. Variedad y los precios no son desorbitados
Precio del Restaurante Designio de Zaragoza
Otra de las cosas que más me preocupaba era el precio de este restaurante de Zaragoza, había leído de que era muy caro y la verdad es que por la decoración, nombre y carta, todo indicaba a que iba a ser caro, pero quería probarlo y lo reservé.
Me daba un poco más de miedo porque iba de invitado, pero aún así lo reservé ya que si el precio se iba mucho lo pagaría yo. Finalmente nos invitó nuestra amiga Soraya por su cumpleaños, por lo que podéis suponer que el precio estaba dentro de lo normal.
Pagamos los 3 unos 60€, 4 platos, 1 botella de vino blanco, una botella de agua y 2 vinos tintos, un precio más que razonable por la cantidad y calidad de la cena, 20€ por persona nos pareció incluso poco para un restaurante de este tipo.
Quizás con postre y café suba a 25€ por persona, pero aún con todo, lo veo muy bien de precio, es muy recomendable la verdad.
Los platos no se van de precio ninguno de ellos y los postres y vino tampoco, yo sinceramente pensaba que el precio iba a ser mayor
Servicio del Restaurante Designio de Zaragoza
Y sin duda alguna este punto es el que más me sorprendió. La verdad es que estamos poco acostumbrados a que la gente nos atienda bien, cada vez la atención al cliente deja más que desear en cualquier sitio; restaurantes, cafeterías, tiendas, transporte…
Desde el momento en el que llegamos a la plaza el servicio fue genial, antes de llegar a la puerta del restaurante ya nos dio la bienvenida un camarero que estaba en la puerta que nos dio a elegir la mesa que quisiéramos, al ser agosto había poca gente.
Mientras entramos, todos los camareros nos saludaron, nos acomodaron y nos dieron las cartas. Después pasó un camarero a tomarnos nota de los platos, camarero que con todo detalle nos aconsejó y sugirió platos y cantidades, así como indicaciones del vino.
El tiempo en servir los platos, la forma de presentar los platos y orden de los mismos fue ideal, ni mucha espera ni muy rápido para servir, el tiempo necesario. Tras finalizar la cena, se acercó el camarero para preguntarnos qué tal, nos sacó un poco de conversación sobre cómo habíamos descubierto el restaurante y la verdad es que ese interés se agradece.
Y por último nos invitaron a un chupito en probeta que quedaba muy bien aunque te deban ganas de ponerlo en el entreteto y beberlo como si estuvieras en una despedida de soltero en Zaragoza.
En definitiva, recomiendo este sitio a cualquiera, al menos por el momento, pues me temo que el precio de la carta lo subirán cuando el restaurante sea más conocido.
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